Es un complejo proceso que desarrolla el profesional, e
implica la integración de conocimientos teóricos y prácticos acerca del
hospedante, del patógeno y de las condiciones ambientales en que se desarrolla
la interacción dando como resultado la expresión de la enfermedad. Puede
incluir las posibles medidas de control y el impacto económico de su adopción.
Un diagnóstico
oportuno y certero permite:
Orientar la búsqueda de antecedentes del problema
Orientar /definir las medidas de prevención y/o control
adecuadas
Optimizar la utilización de los recursos económicos
Atenuar el impacto de las medidas de control sobre el
ambiente
Elementos a considerar para el diagnóstico de la
enfermedad
1. Es necesario conocer la planta sana
2. Identificar el problema según variedad. Determinar el
patrón de la anormalidad y su distribución dentro del lote o del campo.
Factores bióticos y abióticos. Daño.
3. Examinar síntomas y signos si los hubiere a ojo desnudo y
lupas de campo. Características, posición en el vegetal y/o en los órganos
afectados.
4. Considerar las condiciones meteorológicas asociadas a la
aparición y evolución del problema.
5. Evaluar las características del suelo (o sustrato) y del
sistema radicular
6. Recabar información acerca de las prácticas agrícolas del
cultivo: fertilización, riego y control químico, etc.
7. Recabar información acerca del historial de uso del lote
y de antecedentes del problema en otras campañas/ lotes/ campos si los hubiere
8. Evaluar la intensidad de la enfermedad
Si El Patógeno Es De Fácil Identificación Por Sus Síntomas
Y/O Signos
Si El Patógeno Es De Difícil Identificación Por Sus Síntomas
Y/O Signos
Diagnóstico
del patógeno presuntivo Elaboración
de una hipótesis acerca de la naturaleza del problema, que debe ser aceptada o
rechazada mediante un diagnóstico de confirmación
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